ENTREVISTA A DANIEL LÓPEZ TRIPIANA, CEO DE APLIMET

Aplimet es la primera empresa española que innova en el sector de los tiradores y torres de cerveza, aplicando diseño, tecnología y emoción.

En el año 2000, Daniel López Tripiana y su padre crearon Aplimet 2000 s.l., ubicada en el polígono industrial de Moncada y Reixach (Barcelona) desde sus inicios. La empresa diseña y fabrica dispensadores de cerveza, para la industria y el sector de la hostelería y la restauración.

¿Cómo empezó todo?

Aplimet empezó como una empresa familiar, creada conjuntamente con mi padre hace 17 años. Pero partimos de otra empresa anterior que tenía mi padre con otro socio, en la que yo también trabajaba. Éramos artesanos del metal, creábamos elementos de decoración, hasta que llegó Mahou San Miguel y nos pidió que les hiciéramos medio millar de tiradores de cerveza especiales. Este es el punto de partida de lo que acabaría siendo Aplimet 2000 s.l. Pero, un día, mi padre y su socio decidieron separarse; el socio continuó con la rama de la decoración y nosotros nos centramos en la elaboración de tiradores de cerveza. Al principio, el 80% del volumen de negocio dependía de un sólo cliente, por lo que era necesario diversificar. En esa primera fase, incluimos 2 o 3 clientes más y nuevos proyectos. Lamentablemente, en el año 2005 mi padre murió a causa de un cáncer muy agresivo, quedándome yo a cargo de la empresa.

¿Qué es lo más importante de haber aprendido el oficio con tu padre?

Yo empecé prácticamente de 0. De mi padre lo he aprendido casi todo; el resto, a medida que me he ido enfrentando a ello. En la anterior empresa me sumergí en el trabajo que llevábamos a cabo en el taller, como la soldadura y el montaje, el almacén y hasta incluso transportes, etc. Una vez nos convertimos en Aplimet 2000 s.l., la cosa funcionaba de la siguiente manera: si, por ejemplo, nos entraba un encargo de 100 tiradores, mi padre me decía “hazlo como puedas, pero hazlo” y yo tenía que arreglármelas para hacerlo, aunque tuviera que desechar alguna que otra pieza. Al final, quien está dispuesto a aprender lo hace.

Mi padre era un hombre que se tomaba muy en serio su trabajo y que en el centro de su atención siempre estaba el cliente; además, siempre estaba dándole vueltas a la cabeza y emprendiendo alguna nueva idea. Todo eso lo he heredado por completo. También era de los que creen que, para dirigir una empresa, hay que empezar desde abajo y así lo hice, pasé por todos los cargos: encargado, almacenista, operario, soldador, comercial, etc. Esa fue mi escuela.

¿Cómo es tu día a día en Aplimet?

Durante la mañana suelen tener lugar las reuniones con los empleados de cada departamento (secretaría, comercial, producción, compras, diseño, planta, calidad, etc.). La mayoría de profesionales llevan con nosotros muchos años, por lo que están muy implicados en la empresa. Revisamos los proyectos y las incidencias. Más tarde, me voy a ver a los proveedores. Lo bueno es que no es un trabajo muy rutinario, requiere mucha creatividad, investigación y experimentación. Cada proyecto es un nuevo reto. Eso me fascina.

¿Cómo es el proceso de producción de un tirador?

El cliente (grandes cerveceras, microcerveceras artesanales o propietarios de locales) contacta con nosotros. Llevamos a cabo la recogida de datos, para conocer las necesidades del cliente; a veces tienen la idea muy clara, en otras ocasiones ofrecemos asesoramiento. Con esta información, el equipo comercial técnico y el departamento de diseño llevan a cabo una primera propuesta junto con el presupuesto que se presenta al cliente. Si a éste le parece bien, se realiza un prototipo en 3D. Si posteriormente es aceptado definitivamente, entramos en la fase de fabricación del producto.

¿Cuál es el valor añadido de Aplimet?

Somos una empresa valiente y volcada al cliente, pioneros en el sector. Nunca hemos dicho que no a nada, nos adaptamos a lo que haga falta. Entre nuestros clientes nos hemos ganado la fama de que si no lo hace Aplimet, no lo hace nadie. Hablando del cliente, él es el verdadero protagonista para nosotros, con quien trabajamos codo con codo. Esa proximidad es fundamental para comprender sus necesidades y dar respuesta en el mínimo tiempo posible. Manteniendo la filosofía de la proximidad, también nos sentimos orgullosos de apostar por la economía local: la mayoría de nuestros proveedores están a nuestro alrededor. Para nosotros, ese contacto cercano es mucho más importante que abaratar costes externalizando la producción. Eso también nos permite una gran flexibilidad.

Nuestra competencia, si se puede decir así, son por lo general empresas que fabrican a gran escala. Eso hace que sus procesos estén muy marcados y les resta flexibilidad, valor por el que muchos clientes acuden a nosotros.

Pero si he de destacar una cosa, los profesionales que forman Aplimet son el capital más importante de la empresa. Prácticamente no tenemos rotación de personal y, a la vez, vamos creciendo paulatinamente. Hay sentimiento de equipo y mucha implicación. Confiar en tu empresa, tu gente y creer en tu producto es el secreto del éxito.

¿Qué diferencia vuestros dispensadores?

Ayudan a hacer visible la marca de la cervecera, refuerzan la identidad del local. Son el interlocutor entre la marca y el consumidor de cerveza. Ayudan a que te acuerdes de la cerveza que te estás tomando, son un motivo más para volver a ese bar o restaurante con personalidad propia. ¡Podríamos montar una ruta de sitios donde ver nuestras torres y tiradores, sería interesante, hay verdaderas obras de arte!

¿Cuál es vuestro volumen de facturación?

Hasta la fecha, Aplimet se mantiene con un crecimiento anual sostenido del 9%. Este año esperamos sobrepasar los 2 millones de euros de facturación.

El producto personalizado para cerveceras supone el 60-70% de nuestra facturación.

¿Os habéis encontrado con dificultades a lo largo de la trayectoria?

Como la mayoría de empresas españolas, nos vimos muy afectados por la crisis, aunque sólo tuvimos pérdidas en el año 2009, situación que pudimos soportar gracias a que teníamos liquidez. Eso nos permitió mantener a toda la plantilla y así no perder ni un ápice de conocimiento y experiencia. Soy demasiado optimista como para ver dificultades en el camino. Los problemas no son un problema, siempre tienen solución.

¿Cuáles son las tendencias del sector?

Por un lado, hemos visto que muchos propietarios de bares rompen con la exclusividad de la marca cervecera, de modo que optan por un tirador propio personalizado. Por otro lado, en los últimos años se ha extendido la cultura de la cerveza y, dentro de ésta, hemos asistido a un crecimiento exponencial de las marcas cerveceras artesanales, sector en auge. Esto ha hecho que la columna multigrifo tenga mucha más salida, ya que muchos locales suelen tener una oferta variada de cervezas artesanas. Pero muchas macrocerveceras se están dando cuenta del potencial de las marcas de cerveza artesanal; así que las grandes aprovechan la oportunidad e incluyen en el grupo a las pequeñas, las cuales tienen un trato más cercano con el cliente. Otra cosa que estamos observando es una gran demanda de tiradores y torres con luz. En un futuro, prevemos que muchos de ellos incluyan pantallas, lo cual facilitará el diálogo entre la marca y el consumidor. 

¿Hacia dónde va Aplimet?

En Aplimet, hemos desarrollado una estrategia para conducir esta nueva etapa que emprendemos. Renovarse o estancarse, esa es la cuestión. Los cambios más visibles se pueden apreciar en la simplificación del nombre de la empresa (de Aplimet 2000 a Aplimet), la imagen corporativa actualizada, la nueva web, la apuesta por compartir nuestro expertise a través de la comunicación y el diálogo con nuestros interlocutores mediante las redes sociales. Otro punto clave de la estrategia es incrementar la presencia en ferias, que son una buena oportunidad para presentar nuestras novedades. Innovar y exponerse, ese es el plan. Esto nos está abriendo puertas al exterior, en definitiva, el objetivo. Si nuestros productos funcionan bien a nivel nacional, ¿por qué no iban a hacerlo a nivel internacional? Y así está siendo. Por ahora, distribuimos en los países nórdicos, Este de Europa, Francia, Bélgica y Alemania.

También estamos haciendo una fuerte apuesta por el diseño, la innovación y el desarrollo. Ha llegado el momento de crear un catálogo propio de alta gama que cree tendencia, un producto sofisticado con tecnología aplicada. Es una propuesta totalmente innovadora y arriesgada, con muchas posibilidades para el sector cervecero. En este aspecto, estamos llevando a cabo iniciativas participativas con escuelas universitarias de diseño e ingeniería. Siempre hay que estar abierto a nuevas ideas, puesto que desarrollamos un producto que añade emoción a la experiencia del consumidor.

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